El peso de un papel, al igual que las necesidades
El peso de un papel, al igual que las necesidades.
Una señora que llevaba un rostro afligido entró en una bodega, y se acercó al dueño, y de la manera mas modesta le dijo que si se podía llevar algunos productos que ella se los iba a pagar poco a poco. Además le informó al señor que su esposo estaba convaleciente y no podía hacerse cargo de trabajar, y sus 8 hijos carecían de alimento.
El empresario le dijo a la señora que se retirara de la tienda. Consciente de la necesidad que estaba pasando aquella pobre familia , pero en defensa a aquella respuesta tan indiferente, la mujer insistió diciendo: ¡Se lo ruego Señor!, yo se lo voy a cancelar en cuanto pueda. El empresario le contestó que no podía, porque ella no contaba con un aval en esa tienda.
Cerca de ellos, estaba un comprador que estaba escuchando el diálogo entre la mujer y el tiendero, y mencionó que se encargaría de pagar los productos que seleccionara ella.
El Empresario le dijo a la señora: ¿Tiene usted escrito lo que va a comprar?
La señora respondió: si, si lo tengo, entonces él le dijo: coloque la lista en el peso, lo que contenga esa lista se lo daré en comida.
La mujer se sintió un poco triste, bajó la cabeza y encontró en su bolso un trozo de papel donde estaban escritos los alimentos, después un poco desanimada lo puso en la balanza. El empresario y el comprador quedaron perplejos observando que el peso se fue hasta abajo y se quedó allí.
El señor mirando fijo el peso, no lo podía creer. El comprador contento dio una gran sonrisa y el tiendero comenzó a colocar mas comida en el peso y no se movía, por lo que se llenó con mas de la cantidad que había en la lista y fue suficiente comida para aquella humilde mujer, su esposo y sus ocho hijos. ¡Qué gran alegría para aquella señora!¡Qué asombro para aquel gerente de la tienda!¡Qué emoción para aquel que la ayudó!.
Nunca te niegues a ayudar a alguien necesitado si está en el poder de tu mano hacerlo, te puede sorprender cuán feliz harás a quien ayudes, y sobre todo cuán feliz te sentirás al hacerlo. ¡Haz el bien sin mirar a quien!